domingo, 20 de abril de 2014

Frases y diálogos de "La sombra del viento"

La sombra del viento

de Carlos Ruiz Zafón


  • Pocas cosas marcan tanto a un lector como el primer libro que realmente se abre camino hasta su corazón.

  • Siempre seríamos dos fugitivos cabalgando a lomos de un libro, dispuestos a escaparse a través de mundos de ficción y sueños de segunda mano.

  • No podía evitar pensar que si yo, por pura casualidad, había descubierto todo un universo en un solo libro desconocido entre la infinidad de aquella necrópolis, decenas de miles más quedarían inexplorados, olvidados por siempre. Me sentí rodeado de millones de páginas abandonadas, de universos y almas sin dueño, que se hundían en un océano de oscuridad mientras el mundo que palpitaba fuera de aquellos muros perdía la memoria sin darse cuenta día tras, día, sintiéndose más sabio cuanto más olvidaba. 

  • De este modo, a escondidas, la familia Fortuna dejó pasar los años, silenciando sus corazones y sus almas, hasta el punto que, de tanto callar, olvidaron las palabras para expresar sus verdaderos sentimientos y se transformaron en extraños que convivían bajo un mismo tejado, uno de tantos en la ciudad infinita. 

  • Como me enseña Freud, la mujer desea lo contrario de lo que piensa o declara, lo cual, bien mirado, no es tan terrible porque el hombre, como nos enseña Perogrullo, obedece por el contrario al dictado de su aparato genital o digestivo.

  • Julián vivía en sus libros. Aquel cuerpo que acabó en la morgue era sólo una parte de él. Su alma está en sus historias. En una ocasión le pregunté en quién se inspiraba para crear sus personajes y me respondió que en nadie. Que todos sus personajes eran él mismo. 

  • Él solía decir que existimos mientras alguien nos recuerda.

  • Alguien me dijo una vez que en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre.

  • ― No sé qué me ha pasado. No te ofendas, pero a veces una se siente más libre de hablarle a un extraño que a la gete que conoce ¿Por qué será?
    ― Probablemente porque un extraño nos ve como somos, no como quiere creer que somos.

  • Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario